lunes, 21 de julio de 2014

¿Por qué "se quebró la taza"?

Porque se cayó al piso. Jaja. Malísimo.

El título de este blog se debe a dos cosas: una clara y directa influencia materna, y a una hermosa cadena de simbolismos creada a base de decir boludeces (como la mayoría de las cadenas de simbolismos). Bien, este es el por qué principal. El oficial, digamos, es que una taza quebrada es una novedad cotidiana, y la idea de novedad cotidiana se asemeja muy bien a lo que intento con este blog.

Ahora bien, ¿qué es una novedad cotidiana?
Una novedad cotidiana es aquello que le puede pasar a cualquier persona, pero no pasa todos los días. Por ejemplo, ver una película, o romper un vaso. No es Paul McCartney en Uruguay. Es eso que le comentamos a alguien que forma parte de nuestra rutina de forma muy directa y cercana. En formato moderno, tecnológico y aplicado a redes sociales: se podría escribir un tweet al respecto, pero nunca un estado de Facebook.
Se lo comentamos a la madre que llega de trabajar, al hermano que se está yendo a estudiar o al padre que termina de almorzar; pero no vamos por la vida contándole a todos nuestros conocidos el suceso en cuestión ("¡No sabés lo que me pasó! ¡Se me partió el mango de una taza!"). Pero, de alguna forma, compartir una novedad cotidiana con un amigo es darle una especie de voto de confianza. Es un "formás parte de mi vida" muy camuflado ("Se me partió el mango de la taza en la que tantas veces tomaste café con leche", "ayer vi una película que te encantaría", "el libro que empecé a leer es bastante interesante, te lo presto después porque te atraparía un montón").
Eso es, en definitiva, una novedad cotidiana. Ese algo que nos cambia la rutina, pero no la vida; aunque muchos cambios de rutina hagan al cambio en la vida.
Las novedades cotidianas abundan tanto como la rutina misma.
Una película. Un músico nuevo. Un libro. Una taza rota. Este blog.


Espero que esto sea una novedad en mi cotidianidad, o en la de alguien más.

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